2.° El mundo inteligible.—Debajo del Uno está en primer lugar el mundo inteligible, compuesto por las tres Unidades primordiales que proceden inmediatamente del Uno Cada una de ellas es la Mónada primaria que se halla al frente de la serie de una multiplicidad de seres. Esas unidades primarias (enades) no son múltiples, pero son ya compuestas de limitado (peras = acto = padre) y de ilimitado (apeiria = potencia = madre). Por eso llevan ya en sí la no-unidad, y son participables, aunque no divisibles ni multiplicables. Están compuestas de existencia (hyparxis) y de potencia (dynamis). En Proclo, lo limitado y lo ilimitado (peras — apeiron), la existencia (hyparxis) y la potencia (dynamis), vienen a ser los principios constitutivos de los seres, cuya unión da por resultado las sustancias individuas particulares (ousia). Cada tercer miembro resultante de la mezcla de lo limitado con lo ilimitado es una sustancia, un ser en sentido estricto, que tiene por propiedades la existencia, la simetría, la verdad y la belleza.
Las tres primeras Unidades (enades) o Mónadas son el Ser (ousia), la Vida (zoe) y la Mente (Noûs). Constituyen el conjunto de los seres inteligibles (noetoi). Son a manera de entes matemáticos o de números suprasensibles, y son los dioses superiores (theoi). «La Mente imparticipable supera a todos los seres partícipes de la mente; la Vida, a los participantes de la vida; el Ser, a los participantes del ser. Y de éstos, el Ser está antes de la Vida, y la Vida antes de la Mente, porque la causa de más efectos precede a la causa de menos efectos. Y entre ellos, el Ser será el primerísimo, pues está presente a todas las cosas, entre ellas también la Vida y la Mente… En segundo lugar está la Vida, porque también pertenece a todos los seres a que pertenece la Mente, pero no viceversa, porque muchos seres viven, pero no tienen conocimiento. Lo tercero es la Mente»fn]«Después del primer Uno están las Enadas; después de la Mente están las mentes; después del Alma primera están las almas, y después de la Naturaleza universal están las naturalezas» (Inst. Theol. 21,101).)).
a) El Ser se comunica a todos los seres.
b) A su vez, la Vida inteligible (noetezoe), o lo eterno (aion), da origen a una serie de seres vivientes divinos, inteligibles e intelectuales (noetoi ama kai noeroi) mediante otras nuevas categorías que sirven para multiplicar su unidad, sin dividirla. Estas son: la unidad y la diversidad, cuya mezcla da por resultado el Ser; la unidad-pluralidad y el todo-parte, que se mezclan en lo limitado-ilimitado y dan por resultado los dioses continentes (synektikoi), que mantienen unidas todas las cosas. Otra tercera serie de categorías da origen a los dioses ordenadores (telesiourgoi). El resultado de todo es la Vida universal.
c) Por su parte, la Mente (Noûs) es el principio de los seres intelectuales (noeroi), en que Proclo cataloga un conjunto de dioses de la religión popular (phrouretikoi theoi). Estos constituyen una hebdómada (3+3 + 1=7), que es la siguiente: Chronos (entendimiento puro), Rhea (potencia vital o causal), Zeus (Demiurgo, o pensamiento creador), Athena, Kore, los Kuretes y una Fuente de las almas (pege phython) o fuente de vida, en la cual el Demiurgo mezcla lo idéntico y lo diverso para formar las almas (crátera del TimeoJ. Es la potencia que penetra en la parte intelectual del alma.