Enéada II, 7, 1 — Exame preliminar das aporias da mistura

1. Consideremos ahora lo que se llama la mezcla total de los cuerpos. Si se mezcla un líquido a otro líquido, ¿es posible que cada uno de ellos penetre totalmente a través del otro o que el primero lo haga a través del segundo? Ninguna de las dos soluciones ofrece diferencia apreciable.

Dejemos aparte a quienes estiman la mezcla como una simple vecindad de partículas, lo cual sería, más que una mezcla, una verdadera reunión, dado que, en la mezcla, todo debe resultar homogéneo, y cada una de las partes, aun la más pequeña, habrá de salir de lo mezclado. Otros al afirman, en cambio, que sólo se mezclan las cualidades, con lo que la materia de un cuerpo se presenta en vecindad con la de otro, en tanto las cualidades de cada uno de ellos se introducen en el otro. Y quizá parezcan convincentes en su crítica de la mezcla total, pues según ellos las grandes magnitudes vendrían a parar en partículas, si no subsistiese ningún intervalo para ninguno de los cuerpos y la división se prosiguiese de manera continua hasta que cada uno de ellos atravesase al otro en su totalidad. Es claro además que, cuando los cuerpos están mezclados, ocupan un lugar mayor que cada uno de los cuerpos aisladamente, o tanto, al me nos, como si estuviesen en vecindad. Si los cuerpos se penetrasen totalmente, convendría, dicen, que el volumen del cuerpo en el que otro ha sido arrojado permaneciese el mismo; ya que cuando el lugar de lo mezclado no resulta mayor que el de uno de los cuerpos, establecen como causa de ello que una cantidad de aire ha salido de aquel cuerpo, cuyo lugar fue ocupado por el otro cuerpo. ¿Cómo, además, un cuerpo pequeño podría penetrar en otro mayor y contener a éste en totalidad? Aducen otras muchas razones por el estilo.

En cuanto a quienes admiten la mezcla total tal vez pudiesen decir que los cuerpos se dividen, pero que no llegan a desmenuzarse en partículas, aun en el caso de verificarse la mezcla total. Así, dicen, los sudores del cuerpo no producen en él hendiduras ni brechas de ninguna clase. ¿Cabría afirmar en este caso que la naturaleza ha hecho el cuerpo de tal manera que nada impide que los sudores le atraviesen? Ocurre cos algunas cosas producidas artificialmente, cuando son finas y continuas, que se las ve penetradas enteramente por un líquido e incluso atravesadas por el de parte a parte. Siendo estas cosas cuerpos, ¿cómo es ello posible? Ciertamente no, es fácil de imaginar cómo un cuerpo atraviesa a otro sin necesidad le dividirlo; aunque parece claro que, si se dividiesen, ambos cuerpos se destruirían totalmente. Cuando se habla de que no se produce aumento en la mezcla, se da como causa la salida del aire de uno de los cuerpos; ahora bien si realmente se produce ese aumento, ¿qué impide decir, no obstante su dificultad, que cada uno de los cuerpos ha aportado su masa al conjunto y, con su magnitud, todas las cualidades que posee? Porque la magnitud no se destruye, lo mismo que las demás cualidades; y así como el cuerpo que resulta tiene una cualidad nueva proveniente de las cualidades de ambos cuerpos, del mismo modo hay que contar con otra magnitud, producida por la mezcla de las magnitudes de esos cuerpos. Pero entonces los que sostenían la tesis anterior podrían responder a estos últimos: si la materia de un cuerpo se sitúa en la vecindad de la materia de otro cuerpo, y lo mismo la masa del primer cuerpo, en la que cuenta la magnitud, en relación con la del segundo, la tesis sustentada viene a ser la nuestra; pero si, en cambio, la materia de uno de los cuerpos, junto con su primitiva magnitud, penetra enteramente en la del otro, lo que ocurra no puede guardar relación con la postura de dos líneas que se sitúan una a continuación de otra, y tocándose en sus partes extremas, en cuyo caso se produciría aumento de magnitud, sino con el hecho de que esas mismas líneas se adapten entre sí, con lo cual el aumento de magnitud no tendría lugar.

Veamos ahora el caso del cuerpo más pequeño, que penetra a través de todo el cuerpo más grande, y cuya mezcla parece evidente. Si esa mezcla no es manifiesta, puede afirmarse que el cuerpo pequeño no alcanza a la totalidad del grande, pero cuando se presenta claramente, no podría decirse otro tanto. Diríase mejor que se trata aquí de una extensión pequeña, y no parece fácilmente admisible que un cuerpo tan pequeño se extienda de tal manera; porque, en este caso, aun sin ofrecer ningún cambio esencial, la magnitud del cuerpo se haría mucho mayor, como cuando del agua se produce aire.