Categoria: República VII

  • República VII 535a-541b — Seleção para educação

    —Por consiguiente —dije yo—, te falta ahora designar las personas a quienes debemos hacer partícipes de estas enseñanzas, y de qué manera. —Es evidente —dijo. —¿Recuerdas cuál es el carácter de los que hemos escogido para gobernar[12]? —¿Cómo no? —Entonces considera que también en otras cosas debemos escoger hombres de aquel temple, y que era…

  • República VII 531c-535a — A dialética

    —Pienso, en efecto —dije—, que si el estudio de todas las ciencias de que acabamos de hablar tuviese por efecto hacer conocer las relaciones íntimas y generales que tienen unas con otras, este estudio sería entonces un gran auxiliar para el fin que nos hemos propuesto, pues en otro caso no merecería la pena consagrarse…

  • República VII 521b-531c — Cultura científica dos filósofos-magistrados

    —¿Quieres ahora que examinemos juntos de qué manera formaremos los hombres de este carácter, y cómo los haremos pasar de las tinieblas a la luz, como se dice de algunos que pasaron del Hades a la estancia de los dioses? —¿Cómo no había de querer? —dijo. —No se trata aquí de un lance de tejo…

  • República VII 517a-521b — Interpretação do Mito da Caverna

    —Y bien, mi querido Glaucón —dije—, ésta es precisamente la imagen que hay que aplicar a lo que se ha dicho antes. El antro subterráneo es este mundo visible; el fuego que le ilumina es la luz del sol; en cuanto al cautivo, que sube a la región superior y que la contempla, si lo…

  • República VII 514a-517a — O Mito da Caverna

    —Ahora —proseguí— represéntate el estado de la naturaleza humana, con relación a la educación y a su ausencia, según el cuadro que te voy a trazar. Imagina un antro subterráneo, que tenga en toda su anchura una abertura que dé libre paso a la luz, y en esta caverna, hombres encadenados desde la infancia, de…

  • República VII

    Excertos da Introdução de Maria Helena da Rocha Pereira, à sua tradução da “República” Homens algemados de pernas e pescoços desde a infância, numa caverna, e voltados contra a abertura da mesma, por onde entra a luz de uma fogueira acesa no exterior, não conhecem da realidade senão as sombras das figuras que passam, projetadas…