DAMASCIO (h.458-529).—Natural de Damasco. Enseñó nueve años retórica en Alejandría. En Atenas fue discípulo de Marino. Escribió numerosas obras: Dificultades y soluciones acerca de los primeros principios, Vida de Isidoro, Oráculos, Paradojas (perdida). Comentó la Física y la Metafísica de Aristóteles. Manifiesta una marcadísima tendencia hacia el escepticismo. La razón humana no es capaz de llegar a comprender cómo es posible que lo múltiple se derive de lo uno ni la relación de los seres respecto de su primer principio, que causa sin ser causa (anaitios aition). Las expresiones de causa, efecto, procesiones y otras semejantes carecen de valor real y solamente pueden tener un sentido simbólico o analógico. Solamente existe el Uno, y fuera de él todo lo demás no es más que apariencias, fantasmas o imitaciones del ser. Pero aun así lo único accesible a nuestro conocimiento son los seres sensibles, múltiples y dispersos en el espacio y en el tiempo.