Me dirigí a Menexenes, y le dije; hijo de Domofon, ¿cuál de vosotros dos es de más edad?
—No estamos de acuerdo en este punto, dijo.
—¿Disputáis también acerca de cuál es el más noble?
—Sí, ciertamente.
—¿También disputareis sobre cuál es el más hermoso?
Ambos se echaron a reír.
—No os preguntaré, repliqué yo, cuál de los dos es más rico, porque sois amigos; ¿no es así?
—Sí, dijeron ambos.
—Y entre amigos se dice que todos los bienes son comunes1)), de suerte que no hay ninguna diferencia entre vosotros, si realmente sois amigos, como decís.