1.° El Uno-Bien.—Por encima de todos los seres, más allá del ser, de la vida y del pensamiento, está el Uno-Bien, que es la primera Causa no causada (anaitios aition), y el primer principio, único, inmóvil e inmutable, indivisible, imparticipable (amethektos), incognoscible e inefable. No puede encerrarse en conceptos ni expresarse con palabras. La propiedad fundamental del Uno es su absoluta simplicidad, a diferencia de todos los demás seres, en los cuales entra siempre alguna composición, que será tanto mayor cuanto más se vayan alejando de la unidad primordial. Del Uno proceden todos los seres. Pero el Uno no es participable ni participado por ninguna cosa. Del Uno procede la multiplicidad, pero no directamente, sino a través de una primera tríada de unidades (enades), cada una de las cuales es a su vez principio de la multiplicidad de los seres en su orden respectivo1).