3. Digamos ahora por qué motivo hemos tratado previamente de estas cosas. Tal vez para precisar cómo se habla de lo que está en acto en los seres inteligibles: si se encuentren solamente en acto, o si cada uno de ellos está en acto; o bien si están todos, en acto y si en ellos también se da el ser en potencia. Si aquí no se encuentra la materia y es en la materia donde se da lo que está en potencia, no hay nada que debe ser lo que no sea ya, ni nada que haya de cambiarse a otra cosa y, aun permaneciendo en sí, producir otro ser, o, saliendo de si, dar a ese ser lo que es suyo. No hay aquí nada en lo que pueda darse lo que está en potencia, pues los seres (inteligibles) son eternos y no sujetos al tiempo. Y si se preguntase a los que postulen la existencia de la materia en los seres inteligibles, si no se da en ellos lo que está en potencia según su materia, pues aun tomando la materia en otro sentido, se dará en ellos algo así como la materia, y algo como la forma y el acoplamiento de ambas, ¿qué es lo que dirían? Lo que allí se considera como una materia es una forma, ya que incluso el alma, siendo una forma, es una materia con relación a otra cosa. Pero, ¿no está en potencia con relación a ese ser? No; porque la forma es algo de ella misma y no le sobreviene después; no tiene con la materia más que una distinción de razón, y así, se dice que asienta en una materia y que es percibida como dos cosas, aunque ambas constituyan una sola naturaleza. Lo que lleva a decir a Aristóteles que su quinto cuerpo carece de materia.
¿Qué diremos entonces del alma? Porque se trata de un ser animado en potencia cuando no está unida al cuerpo como debe estarlo; musical en potencia, al igual que todas demás cosas que se originan en ella y que no ha poseído siempre. De modo que lo que está en potencia se da en los seres inteligibles. Y esas cosas no se encuentran en potencia, sino que el alma es la potencia productora de todas ellas
¿Cómo se da lo que está en acto en lo inteligible? ¿Al modo como está en acto la estatua, que es acoplamiento de una materia y de una forma? ¿O porque cada uno de los inteligibles recibió una forma? Ciertamente, porque cada uno de ellos es una forma y es enteramente lo que es. Pues la inteligencia no pasa de la potencia al acto, como se pasa del pensar al acto de pensar — se necesitaría antes otra inteligencia que no hubiese pasado de la potencia al acto — , sino que su propia totalidad está en ella. Porque lo que se encuentra en potencia quiere pasar al acto con la ayuda de otro ser, para que se produzca lo que ha de estar en acto; ese ser al que debe el paso, y que siempre se mantiene así, es un ser en acto. Así, pues, todos los seres primeros están en acto, porque tienen por sí mismos y para siempre todo lo que deben poseer; igual ocurre con el alma, que no se da en la materia, sino en lo inteligible. La otra alma que se da en la materia, como es el alma vegetativa, se da en acto, y es lo que es porque se encuentra en acto.
Todos los seres están en acto. ¿Y son así todos ellos un acto? ¿O cómo decirlo? Si se afirma rectamente que “aquella naturaleza es insomne”, y que es una vida y la mejor de todas, entonces se encuentran allí los mejores actos. Por consiguiente, todos los seres están en acto y son acto; son todos ellos seres animados, y el lugar inteligible es el lugar de la vida, el principio y la fuente verdadera del alma y de la inteligencia.