Enéada II, 5, 4 — A matéria sensível não é em ato nenhum dos seres que nascem nela

4. Todo lo demás, que se encuentra en potencia, tiene también en algún modo su ser en acto, el cual se dice que está en potencia con relación a otra cosa. Pero, de lo que llamamos materia, que es lo que consideramos en potencia en todos los seres, ¿cómo puede decirse que es algo en acto? Porque, si así fuese, no constituiría todos los seres en potencia. Si, pues, no es ninguno de los seres necesariamente deberá ser un no-ser. Y no siendo ninguno de los seres, ¿cómo podría ser algo en acto? No es, desde luego, ninguno de los seres que son engendrados por ella, pero nada impide que sea otra cosa, supuesto que todos los seres no procedan de la materia. Por tanto, si no es ninguno de los seres engendrados por ella, y éstos son (todos) los seres, tendrá que ser un no-ser. Imaginada como algo sin forma, no podría tampoco ser una forma, ni ser contada en el número de las formas. Será, así también, un no-ser, y no-ser de dos maneras y en mayor número. Si escapa a la naturaleza de los seres verdaderos y no puede alcanzar siquiera el ser de los falsos seres, porque no es, como éstos, una imagen de la razón, ¿en qué región del ser podría encontrarse? Y si no se la encuentra en ninguna parte, ¿cómo podría ser algo en acto?