Enéada VI,8,17 — Sequência da refutação da existência “por azar” do Bem

Capítulo 17: Sequência da refutação da existência “por azar” do Bem: reflexão sobre a noção de providência
1-18: Argumentação a partir da noção de providência: nem o ser sensível nem o ser inteligível não existem por acaso
18-27: O Bem é uma “razão una”; ele não está em relação senão com ele mesmo.


17. Otra cuestión: afirmamos que las cosas que se encuentran en el universo y el universo mismo son como son por un libre designio de quien los ha hecho. Nos parece comó si hubiese habido ahí un cálculo, una previsión digna de tenerse en cuenta, una acción en fin que hace suponer úna providencia. Ahora bien, como todas las cosas existen y son engendradas siempre de la misma manera en este universo, cabe concebir que sus razones se dan siempre en quienes las producen y que están fijas en un orden de rango superior. De este modo, los seres inteligibles estarán más allá de toda providencia y voluntad de elección, y todo cuanto se halla en el ser quedará en él por siempre fijo y dotado de inteligencia.

Si concedemos el nombre de providencia a esta manera de ser, no hemos de olvidar, sin embargo, que se trata de una inteligencia que precede a este mundo nuestro y que, fija como está, es origen de él y hace que él exista según ella1. Mas, si una inteligencia de esta naturaleza es anterior a todas las cosas y además principio de ellas, no puede deber su ser al azar, porque, aun siendo múltiple, se muestra conforme consigo misma y se ordena por entero a la unidad. De esta multitud ordenada, que encierra en sí todas las razones del universo, no podemos decir que se deba al azar o a algo accidental, pues muy lejos está de eso y, mejor aún, es realmente todo lo contrario; es racional en la medida que irracional es el azar. Si tiene un principio anterior a ella, es evidente que este principio guandará relación con ella. Y es claro además que su principio racional se conformará a El y que ella será como El quere que sea, esto es, como su verdadera potencia.

He aquí un principio continuo, una unidad que es un todo y razón de todo. Esta unidad es el número, unidad mayor y más poderosa que todo lo que ha sido engendrado por ella, pues nada hay que la aventaje y supere. Ni su ser ni su cualidad pueden provenirle de ningún otro ser. Ya El es por sí mismo lo que es y está vuelto a sí mismo, interiorizado en sí mismo. Nada tiene que ver con lo exterior o con los otros seres.


  1. Idea muy plotiniana de una inteligencia que no es providencia reflexiva en el sentido que podían darle Platón y los estoicos. Es inteligencia anterior a las cosas y principio de ellas, más por necesidad que por razonamiento.