Estrutura do Eutidemo

Estructura del diálogo

La obra presenta con toda nitidez diversos momentos o secciones que pueden disponerse de la siguiente manera:

1. PRÓLOGO (271a-275c)

Diálogo inicial entre CRITÓN y SÓCRATES.

II. DESARROLLO (275c-3046)

1. Relato del primer diálogo con los sofistas (275c-277c).

Interlocutores: EUTIDEMO, DIONISODORO, CLINIAS ySÓCRATES.

2. Relato de la primera exhortación socrática (277d-282e).

Interlocutores: CLINIAS y SÓCRATES.

3. Relato del segundo diálogo con los sofistas (283a-288d).

Interlocutores: DIONISODORO, SÓCRATES, CTESIPO, EUTIDEMO.

4. Relato de la segunda exhortación socrática (288d-290e).

Interlocutores: CLINIAS y SÓCRATES.

5. Diálogo central entre CRITÓN y SÓCRATES (290e-293a).

6. Relato del tercer diálogo con los sufistas (293b-304b).

Interlocutores: EUTIDEMO, SÓCRATES, DIONISODORO CTESIPO

III. EPÍLOGO (304c-307e)

Diálogo final entre CRITÓN y SÓCRATES.

La secuencia de los relatos de los diálogos con los sofistas no exhibe otro progreso que el del mayor número de falacias a las que recurren los vanidosos sofistas en su afán de triunfar en las discusiones. Bonitz y Gifford han enumerado veintiuna, de las cuales el tercer momento contiene algo menos de la mitad. No se trata, en todos los casos, de meras argucias verbales. Las hay que encierran importantes y difíciles problemas filosóficos: la naturaleza del «es» predicativo (283d, 284c), la confusión del significado relativo con el absoluto (293c, 295e), la que concluye en la imposibilidad de contradecir (285e), las que se relacionan con el principio lógico de no contradicción (298c), etc.

Precisamente, la lucidez que muestra Platón en la exposición de las falacias, y en la naturaleza de las cuestiones involucradas, ha llevado a algunos autores — como Th. Gomperz en el siglo pasado e I. M. Crombie en el presente — a sostener, por la vinculación que tienen con temas filosóficos más extensamente desarrollados en Teeteto y Sofista, una datación posterior de la fecha de composición del diálogo.

Por otro lado, la naturaleza y el número de las falacias empleadas, han vinculado ya desde la antigüedad a este diálogo con las Refutaciones sofísticas de Aristóteles, don de muchas de ellas aparecen analiza­das. En verdad, como dice G. Ryle, Platón trata dramáticamente en el Eutidemo lo que, después, Aristóteles examina científicamente en sus Refutaciones. Y es tan llamativa la relación entre ambas obras en este aspecto, que hasta un autor del siglo pasado — Karl Lüddecke — llegó a sostener-negando, como Von Ast, autenticidad al diálogo — que el Eutidemo no era más que una compilación realizada por un aristotélico de los ejemplos que aparecen en las Refutaciones sofísticas. Con lo cual quiso, seguramente, tirar por tierra la apreciación famosa de V. Cousin: «l’ouvrage d’Aristote intitulé De la Réfutation des sophismes n’est pas autre chose que l’Euthydème réduit en formules générales».

La secuencia de los dos protrépticos socráticos ofrece, en cambio, un sostenido progreso. En el primero, partiendo de la premisa de que todos los hombres quieren ser dichosos o felices, se llega a admitir, de común acuerdo, que el medio para ello son los bienes, y que no basta sólo con poseerlos, sino que hace falta saber usarlos. En consecuencia, sólo la posesión de un conocimiento permite su buen uso. En el segundo pro­tréptico se indaga entonces acerca de la naturaleza del conocimiento que es necesario poseer para lograr ese buen uso, pero la dificultad del asunto no permite establecerlo con alguna precisión.

El valor, sin embargo, de estos protrépticos socráticos no escapó, na­turalmente, a los ojos de los antiguos, y Jámblico — fines del siglo III y comienzos del IV — los maneja y transcribe resumidamente en su obra denominada precisamente Protréptico (v. n. 40 y, también, las líneas 293a5-6, transcritas por Jámblico en 27, 9-10).

Acción dramática y ubicación del diálogo

Casi todos los autores coinciden en que la acción transcurre entre el 415 y el 404 a. C. No están, sin embargo, de acuerdo acerca de la ubicación relativa con respecto de los otros diálogos que Platón escribió en el período que se suele denominar de transición (388-385); pero es indudable, como también lo confirman los recientes estudios de Leonard Brandwood (The Dating of Plato’s Works by Stylistic Method, Londres, 1958), que se halla junto al Menon y al Gorgias.

Postagens em