La materia (hyle) es a la que corresponde el ínfimo grado en la escala de los seres. Es la antítesis del Uno, pues es la fuente de toda multiplicidad. Es distinta de la nada; pero es puro vacío, y carece de toda cualidad y de toda determinación. Más bien se la debe llamar no-ser. Es el heterotes por excelencia, y el principio del hacerse (genesis), del movimiento, de la limitación y de la imperfección. La materia es necesaria porque el Universo consta de contrarios, y no podría haber contrarios si no existiera la materia. Es esencialmente privación (steresis) y el principio del mal, porque es lo más alejado de la unidad y, por lo tanto, del Bien. «Lo que tiene una pequeña falta de bien no es mal… Pero cuando hay un defecto total del bien, como en la materia, entonces el mal es absoluto». Es privación absoluta de luz.
Plotino mezcla en su concepto de materia ideas platónicas y aristotélicas, pues la concibe a la vez como un elemento malo, esencialmente negativo, y como la cárcel de las almas (Platón), y por otra como el soporte de las formas (Aristóteles). [Guillermo Fraile, História da Filosofia]