MNX 236d-249c: Discurso de Aspasia

«Por lo que toca a los actos1, estos hombres han recibido de nosotros las atenciones que se les debían y, tras recibirlas, emprenden el camino fijado por el destino, acompañados públicamente por la ciudad y privadamente por sus familiares. En lo que concierne a la palabra2, la ley ordena tributar a estos hombres el postrer homenaje, y ello es un deber. Porque con un discurso bellamente expuesto sobreviene el recuerdo de las acciones gloriosamente efectuadas y el homenaje para sus autores de parte de los que las escuchan. Se requiere, pues, un discurso tal que ensalce cumplidamente a los muertos y exhorte con benignidad a los vivos, recomendando a los descendientes y hermanos que imiten la virtud de estos hombres, y dando ánimos a los padres, las madres, y a los ascendientes más lejanos que aún queden. ¿Qué discurso se nos revelaría como tal?

»¿Por dónde daríamos comienzo correctamente al elogio de unos hombres valientes, que en vida alegraban a los suyos con su virtud y que han aceptado la muerte a cambio de la salvación de los vivos? Creo que es preciso hacer su elogio según el orden natural en que han sido valientes. Valientes lo fueron por haber nacido de valientes. Elogiemos, pues, en primer lugar, su nobleza de nacimiento y, en segundo lugar, su crianza y educación. Después de esto, mostremos cuán bella y digna de ellas fue la ejecución de sus acciones.


  1. La oposición érgon / lógos hace referencia a las honras debidas a los muertos: la sepultura (los funerales) y el discurso fúnebre. Cf. n. 9. El pasaje puede ponerse en relación con TUCÍDIDES, II 35, pero una oposición semejante puede hallarse también en otros oradores. Cf. LISIAS, Epitafio 2; DE-MÓSTENES, Epitafio 13; HIPERIDES, Epitafio 1-2. 

  2. Cf. TUCÍDIDES, II 46.