Término del proceso de la purificación.—El término final de todo el proceso ascendente de la Dialéctica, del Arte, del Amor y de la Virtud será llegar a la unión con el Uno, que es el principio de todas las cosas, no sólo por contemplación, sino también por conciencia de la identidad entitativa.
A este fin tiende toda la filosofía de Plotino y es lo único que le interesa. No concede ninguna importancia al mundo sensible ni a las cosas que a él pertenecen. Todas son puras apariencias, sombras mentirosas que no merecen ocupar la atención del filósofo. Su desdén ante el mundo llega a convertirse en una verdadera actitud acosmista que evoca un poco la de Berkeley. El mundo no es un camino, sino un estorbo para llegar al estado feliz de contemplación del Uno, y, por lo tanto, hay que suprimir implacablemente todo contacto con él.