skotos

2. En el griego clásico la oscuridad designa en primer lugar (y sin un contenido metafísico especial) la esfera caracterizada por la ausencia de luz (phos). Por otra parte, se considera espec. el efecto de la oscuridad sobre el (289) hombre. En la oscuridad el hombre se mueve a tientas (Platón, Phaed. 99b), pues su capacidad visual queda fuertemente mermada. Así, en la oscuridad el que ve puede volverse ciego, de tal manera que ya no sabe hacia dónde debe ir. De Aquí que la oscuridad aparezca «como la esfera del peligro objetivo y de la angustia subjetiva» (Conzelmann, ThWb VIl, 425). Y, dado que, en último extremo, toda angustia tiene su raíz en el temor a la muerte, el carácter amenazador de la oscuridad se concreta finalmente en la oscuridad de la muerte, de la que ningún hombre puede escapar (cf. Homero, II. 4,461). Por eso es oscuro el Hades, el reino de los muertos, que penetra en el mundo terrestre bajo las figuras míticas de las Euménides, como hijas de Skotos ( = oscuridad) y Gaia (Sófocles, Oed. Col. 40; según otros serían hijas de Aqueronte y Nyx ( = noche)). Aparte de su significación material y espacial, este grupo de vocablos puede utilizarse en sentido metafórico para describir diferentes modos de ser y de comportarse. Así, puede designar la ocultación, la soledad, la no celebridad de un hombre. Pero también puede indicar la clandestinidad, el carácter encubierto o engañoso de su acción, la falta de claridad de su modo de hablar o la falta de información, de inteligencia y de conocimiento. «Este grupo de vocablos no se eleva al nivel conceptual — filosófico. Cuando se menciona la oscuridad en realidad se pone de relieve la luz; ella no alcanza un contenido cosmovisivo propio» (Conzelmann, loc. cit., 427).