Plotino – Tratado 44,11 (VI, 3, 11) — Pertencem à quantidade não o lugar e o tempo, mas o grande e o pequeno

Igal

11 Pasando a lo cuanto y a la cuantidad, ya hemos dicho repetidas veces que hay que ponerlos en el número y en la magnitud en cuanto cada cosa es cuanta, lo cual consiste en un número de cosas materializadas y en una dimensión de sustrato, (porque no se trata de la cuantidad transcendente, sino de la que hace que este leño sea de tres codos o de cinco que hay en cinco caballos), y que sólo a éstos hay que tenerlos por cuantos, mientras que el lugar y el tiempo no deben ser concebidos como cuantos, sino que el tiempo, por ser «medida del movimiento», hay que asignarlo a la relación, y que el lugar, siendo contenedor de un cuerpo, también debe entrar en la relación y en lo relativo. Porque también el movimiento es continuo, y no por eso fué incluido en la cuantidad. En cambio, ¿por qué lo grande y lo pequeño no han de ser incluidos en la cuantidad? Lo grande es grande por la cuantidad, y la magnitud no es del número de los relativos; son lo mayor y lo menor los que son del número de los relativos, porque dicen relación a otro, lo mismo que el doble.

—¿Por qué, entonces, lo de «montaña grande y mijo pequeño»?.

—En primer lugar, «montaña grande» se dice en vez de «más pequeña». Porque si ellos mismos por su parte reconocen que la montaña es pequeña comparada con sus congéneres, con ello reconocen también que se dice «pequeña» en vez de «más pequeña». Tampoco se dice del mijo grande simplemente «grande», sino «mijo grande», que equivale a «grande entre sus congéneres». Pero lo natural sería decir «más grande que sus congéneres». En segundo lugar, ¿por qué no decir que también la belleza es del número de los relativos? Decimos, por el contrario, que la belleza existe en sí y que es cualidad. En cambio, «más bello» es del número de los relativos. Por más que aun lo que decimos que es bello parecería feo comparado con otro, por ejemplo, la belleza del hombre comparada con Dios: «el más bello de los monos —dice— es feo en comparación con un ser de distinto género». Pero lo bello es bello en sí mismo, aunque, comparado con otro, sea más bello o lo contrario. Pues así también aquí, lo grande es grande en sí mismo, por estar dotado de magnitud, pero comparado con otro, no lo es. De lo contrario, habría que suprimir la belleza de una cosa porque hay otra más bella. Pues tampoco hay que suprimir la magnitud de una cosa porque haya otra más grande. Y es que ni siquiera habría, en absoluto, algo más grande, si no hubiera algo grande, del mismo modo que tampoco habría algo más bello, si no hubiera algo bello.

Bouillet

Guthrie

MacKenna

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