Plotino – Tratado 44,17 (VI, 3, 17) — Quais divisões introduzir na qualidade sensível?

Igal

17 Si se acepta esta doctrina, hay que dividir las cualidades en psíquicas y somáticas en el sentido de propias del cuerpo. Pero si se prefiere dejar en el mundo de allá todas las psíquicas, es posible dividir las cualidades de acá, por medio de los sentidos, en las que entran por los ojos, las que entran por los oídos, las que entran por el tacto, o por el gusto o por el olfato. Luego, si hay diferencias en éstas, subdividir los colores por, la vista, los sonidos por el oído y las restantes por los otros sentidos; y las voces, por su calidad, en agradables, ásperas y suaves.

Pero puesto que por la cualidad dividimos las diferencias que hay en la sustancia, las actividades, las acciones buenas o malas o de cualquier calidad —porque la cuantidad rara vez o nunca influye en las diferencias especificativas—, podría uno dudar cómo dividir la cualidad en sus especies, de qué diferencias se valdrá y de qué género las tomará. Porque sería absurdo dividir la cualidad por la cualidad. Sería como decir que las diferencias de la sustancia son de nuevo sustancias. ¿Con qué distinguiremos, pues, lo blanco de lo negro? ¿Con qué los colores, en general, de los sabores y de las cualidades del tacto? ¿Por los diversos órganos sensoriales?. Pero la diferencia no está en los sujetos, y en todo caso, ¿cómo distinguir las pertinentes al mismo sentido? ¿Porque un color es constrictor de los ojos y otro dilatador, y porque un sabor es dilatador de la lengua y otro constrictor?. Pero, en primer lugar, es dudoso que las afecciones mismas producidas sean dilataciones y constricciones. En segundo lugar con eso no se nos dice en qué difieren las afecciones mismas. Y si alguno dijera que por sus efectos y que no es absurdo que difieran por sus efectos, habrá que responderle tal vez lo siguiente: Las cosas invisibles, por ejemplo las ciencias, sí hay que distinguirlas por sus efectos; pero puesto que las cualidades de que se trata son sensibles, ¿por qué hay que distinguirlas por los efectos que producen? Además, en las ciencias, al distinguirlas por sus efectos y, en general, por las potencias del alma, diferenciándolas por sus efectos, nos es posible captar sus diferencias con la razón, considerando no sólo sus objetos, sino también sus conceptos. Las ciencias, pues, podremos diferenciarlas por sus conceptos y por sus teoremas. Pero ¿cómo diferenciar las cualidades inherentes a los cuerpos?

—También en éstas es posible inquirir cómo difieren por sus conceptos. Porque es evidente que lo blanco difiere de lo negro.

—Pero lo que buscamos es en qué.

Bouillet

Guthrie

MacKenna

Postagens em