Plotino – Tratado 44,19 (VI, 3, 19) — A qualidade: novos problemas

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19 Con las cualidades hay que coordinar, como pensábamos, los cualificados por ellas en cuanto hay cualidad en ellos, sin tener en cuenta los sujetos mismos, sino remontándonos de los sujetos a la cualidad por la que se denominan. Ahora bien, si «no blanco» significa un color distinto del blanco, es cualidad. Pero si es mera negación, no es otra cosa que una voz, o un nombre o un enunciado de lo que sucede en la cosa misma. Pero si es una voz, es un movimiento; si es un nombre o un enunciado, es relación en cuanto significativo. Mas si clasificación por géneros no consiste en una mera enunciación de las cosas, sino que debe tener en cuenta también los significados y los significantes, de qué género es significativo cada uno, diremos que algunos de éstos son, por sí mismos y por su sola denotación, afirmativos, y otros negativos. Aunque tal vez sería mejor no tener en cuenta los enunciados negativos, puesto que no tenemos en cuenta los afirmativos por ser compuestos.

—Y las privaciones ¿qué son?

—Si las cosas de que son privaciones son cualidades, también ellas son cualidades, por ejemplo «desdentado» o «ciego». En cambio, ni «desnudo» ni «vestido» son cualidades, sino más bien modos; entran, pues, en la relación relativa a otro. La pasión consistente en estar padeciendo todavía, no es cualidad, sino un movimiento, mientras la consistente en haber padecido y seguir padeciendo una pasión ya permanente, es cualidad. Mas si el sujeto ya no la padece pero se dice «haberla padecido», eso quiere decir «haber estado en movimiento», y esto es lo mismo que «estuvo en movimiento». Pero hay que considerar sólo el movimiento, prescindiendo del tiempo, pues no conviene poner en cuenta ni siquiera el «ahora».

La calificación «hermosamente» y otras por el estilo deben ser reducidas a un solo concepto: el del género. Cabe preguntarse si al cualificado es reductible el ruboroso, pero no ya el ruborizado; porque el ruborizarse no es reductible, y con razón: eso es pasión o movimiento en general. No obstante, si está, no ya ruborizándose, sino ruborizado, ¿por qué no ha de ser tenido por cualificado? El cualificado no debe ser definido por el tiempo (¿por qué cantidad de tiempo?), sino por su cualidad; ahora bien, al llamarlo «ruborizado», lo cualificamos. De lo contrario, habría que decir que sólo los hábitos son cualidades, pero no ya las disposiciones.

En conclusión, será cualificado el caliente, pero no el que se está calentando, y el que está enfermo, pero no el que se está poniendo enfermo.

Bouillet

Guthrie

MacKenna

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