Plotino – Tratado 44,22 (VI, 3, 22) — O que é o movimento?

Igal

22 Pero supongamos que el concepto de alteración coincide con el de movimiento por ser la alteridad una consecuencia del movimiento. Según eso, ¿cómo hay que definir el movimiento? Valga, a modo de esbozo, que el movimiento es el paso de lo que está en aquello de lo que se dice estar en potencia. Porque como una cosa está en potencia o porque puede alcanzar una forma, por ejemplo una estatua en potencia, o porque puede pasar a acto, por ejemplo el que es capaz de andar, cuando aquella pasa a ser estatua, este paso es movimiento, y cuando éste está andando, el andar mismo es movimiento; y lo mismo la danza, en el que es capaz de danzar, cuando está danzando. En el primer caso, al movimiento hacia ser estatua se le sigue una forma nueva producida por el movimiento. En el segundo caso, como es una forma simple de potencia, la danza no deja nada tras de sí una vez cesado el movimiento. En consecuencia, no sería absurdo decir que el movimiento es una forma despierta en contraste con las otras formas, las inertes, en cuanto éstas están paradas y aquella no, y causante de las demás formas, cuando alguna de éstas surge en seguimiento de aquél. Pero si alguno dice que ese movimiento de que ahora se trata es además vida de los cuerpos, hay que decir que al menos ese movimiento no tiene en común más que el nombre con los movimientos de la inteligencia y del alma. Una prueba no menos fehaciente de que el movimiento es género, puede basarse en la dificultad y aun imposibilidad de definirlo.

—Pero cuando el movimiento deriva en empeoramiento o es completamente pasivo, ¿cómo puede ser forma?

—Es como cuando el calentamiento proveniente del sol da incremento a unas cosas y lleva a otras a lo contrario: el movimiento es común y el mismo en ambas clases de cosas, pero la diferencia aparente le viene de los sujetos.

—Entonces, el proceso de sanar ¿es el mismo que el de enfermar?

—Efectivamente, en cuanto movimiento es el mismo. Pero ¿en que se diferenciará? ¿Por los sujetos o por otra cosa? Mas esto lo trataremos más adelante, cuando estudiemos la alteración. Ahora hay que investigar qué hay de idéntico en todo movimiento, porque por eso será género; si no, se predicaría en múltiples sentidos y estaría en la misma situación que el ser. Ello contribuirá además a resolver la dificultad de que tal vez cuantos movimientos son conducentes a un resultado conforme con la naturaleza o actúan en seres conformes con la naturaleza, debe, sí, tener rango de formas, como hemos dicho, pero que los que conducen a resultados disconformes con la naturaleza deben ser calificados por analogía con los resultados a que conducen.

Pero ¿qué hay de común en la alteración, en el crecimiento, en la generación, en los contrarios de éstos y en el cambio de lugar, en cuanto todos éstos son movimientos?. Lo común consiste en que cada cosa deja de estar en el mismo estado en que estaba antes y no se queda quieta ni en reposo completo, sino que, mientras dura el movimiento, está siempre en camino hacia otra cosa, y la alteridad consiste en la no permanencia en la identidad: el movimiento perece cuando deja de ser otra cosa. Y por eso la alteridad no consiste en haber pasado a ser otra cosa y quedarse en ella, sino que es alteridad sin fin. De ahí que también el tiempo sea siempre distinto, porque es producto del movimiento. Es, en efecto, movimiento impermanente medido, y por eso corre con él, como quien viaja sobre el movimiento en marcha. Y esto es lo común a todo movimiento: el ser un avance y un encaminamiento desde la potencialidad y lo potencial hasta la actualidad. Porque todo lo que se mueve con cualquier clase de movimiento entra en movimiento porque, previamente, es capaz de hacer o sufrir tal cosa determinada.

Bouillet

Guthrie

MacKenna

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