Plotino – Tratado 44,23 (VI, 3, 23) — O que é o movimento?

Igal

23 Es que el movimiento que hay en las cosas sensibles, infundido por otro, está agitando, propulsando, despertando y empujando las cosas que participan de él, de manera que no se duerman ni permanezcan en identidad, a fín de que así, con su desasosiego y como ajetreo se mantengan en este simulacro de vida. Ahora bien, no hay que confundir el movimiento con las cosas que se mueven: no son los pies el andar, sino la actividad que hay en los pies emanada de la potencia. Ahora bien, como esta potencia permanece invisible, necesariamente no vemos más que los pies en acción, no pies simplemente, como si estuvieran quietos, sino pies acompañados ya de otra cosa, que es invisible, es verdad, pero que, como está en compañía de otra cosa, es vista incidentalmente porque vemos los pies cambiando de lugar y sin reposo. Lo otro, siendo alteración, lo colegimos de la cosa alterada, porque la cualidad ya no es la misma.

—¿Dónde está, pues, el movimiento cuando una cosa mueve otra y cuando va desde su intrínseca potencialidad hasta la actualidad? ¿Está en el moviente?. Entonces, el movido, el que sufre el movimiento, ¿cómo podrá participar del movimiento? ¿O está en el movido? Entonces, ¿por qué el movimiento una vez llegado a él, no se queda en él?

—La respuesta es que el movimiento no debe ni estar desligado del moviente ni estar en él, sino salir de él y pasar al otro, pero estar en este otro sin estar desconectado de aquél, sino pasar del uno al otro como un soplo insuflado en otro. Y así, cuando la potencia motriz es ambulativa, empuja, por así decirlo, y obliga a cambiar de lugar constantemente. Cuando es calefactiva, calienta. Y cuando la potencia, tomando la materia, edifica un ser natural, hay crecimiento; pero cuando otra potencia lo reduce, hay decrecimiento del ser capaz de sufrir reducción disminuyendo. Asimismo, cuando actúa la naturaleza generativa, hay generación; pero cuando aquélla es impotente y prevalece la corruptiva, hay corrupción, no la del nuevo ser generado, sino la del que caminaba a la corrupción. Del mismo modo, hay sanación cuando la potencia sanativa actúa y prevalece, mientras que la potencia contraria produce lo contrario. De donde resulta que la cualidad del movimiento depende no sólo de los sujetos en los que está, sino también de aquellos de los que parte y de aquellos por los que se transmite, y que, cuales son esos factores, tal es la individualidad del movimiento.

Bouillet

Guthrie

MacKenna

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