Enéada II, 4, 13 — A matéria versus a qualidade

13. Si se dice que el sujeto es una cualidad común que existe en cada uno de los elementos, habrá que decir primero qué clase de cualidad es. Podríamos preguntamos además: ¿cómo una cualidad puede ser sujeto? Y, por añadidura, ¿cómo la observaríamos en algo que carece de magnitud, si ella no tiene materia ni extensión? Por otra parte, si se trata de una cualidad determinada, ¿cómo hermanarla con la materia? Y si es algo indeterminado, es claro que ya no es una cualidad, sino el sujeto y la materia que andamos buscando. Y si la materia no posee cualidad porque, por su misma naturaleza, no participa en ninguna cualidad de las demás cosas, ¿qué impide el que esta no participación en la cualidad sea para la materia algo particularmente característico, que la distingue ya de las otras cosas por su misma privación de la cualidad? Pues estar privado de una cosa es poseer una cualidad, como ocurre con el que no ve. Por tanto, si la materia tiene privación de algo, ¿cómo no ha de poseer una cualidad? Y si la privación es general, todavía con mucha más razón, siempre que la privación sea realmente una cualidad. Diciendo esto, ¿qué otra cosa se produce sino cualidades y calificaciones? De este modo la cantidad se convierte en cualidad y lo mismo la sustancia. Si una cosa cuenta con alguna cualidad es porque la cualidad le pertenece; pues sería ridículo calificar a un ser por algo distinto de la cualidad y por lo que no posee la cualidad. Si ese ser es otro distinto, posee indudablemente la cualidad; y. si es la diversidad misma, entonces no posee la cualidad, puesto que la cualidad no se entiende como calificada. Si sólo es otro, no lo será realmente por sí mismo, sino debido a la diversidad, al igual que es idéntico en razón de la identidad. Por lo demás, la privación no consiste en una cualidad o en una calificación, sino que es la carencia de una cualidad, cualquiera que sea ésta; y así, el silencio no es otra cosa que la ausencia de ruido o de toda otra cualidad. Porque la privación viene a ser una negación, en tanto la cualidad es una afirmación.

Lo característico de la materia es el no contar con la ‘forma; porque si la materia no posee cualidades, tampoco posee forma alguna. Resulta ilógico, por tanto, considerar como calificado a lo que ciertamente no posee cualidades; de manera semejante, y por carecer de magnitud, diríamos que es algo extenso. Lo propio de la materia no es otra cosa que su mismo ser, y este ser no descansa en una particularidad sino más bien en una disposición de la materia hacia las demás cosas; esto es, aparece como distinto de ellas. Por lo demás, las otras cosas no son tan sólo otras cosas, sino que cuentan por separado con una cierta forma; en tanto se dice adecuada y solamente de la materia que es otra cosa, y aun mejor otras cosas, para no determinarla de una manera singular e indicar, en cambio, su propia determinación de una manera plural.