10-Si los hombres son malos contra su voluntad y sin querer serlo, nadie puede acusarles de esta falta, ni siquiera el que la sufre, cual si su mal dependiese de ellos1. Que su maldad se origine necesariamente por el movimiento del cielo, o que sea una consecuencia de lo que antes ha ocurrido, eso dependerá de la misma naturaleza. Y si es la misma razón la que ha producido todo, ¿cómo no atribuirle la injusticia? Es verdad que los malos lo son contra su voluntad porque toda falta es involuntaria; pero esto no impide que sean seres que actúan por sí mismos y que, precisamente en estos actos, cometan las faltas de que hablamos. Si ellos mismos no actuasen, no cometerían en absoluto falta alguna. La necesidad de sus faltas no se encuentra fuera de ellos, sino en un sentido muy general. Y en cuanto al movimiento del cielo, ello no quiere decir que nada en absoluto dependa de nosotros; porque si todo viniese de fuera, todo ocurriría realmente como hubiesen querido los mismos que nos han hecho. De modo que, aun siendo los hombres unos impíos, no podrían resultar contrarios a la obra de los dioses; y si lo son, de ellos será la culpa. Digamos, en fin, que dado un principio se sigue una consecuencia, aunque para ello haya que tomar a la vez todos los antecedentes. Entre estos antecedentes también cuentan, naturalmente, los hombres. Y nos referimos a los hombres que se mueven hacia la virtud por su propia naturaleza, siendo como son enteramente dueños de sí
Enéada III, 2, 10 — O homem é responsável de seus atos
- Enéada III, 2, 16 — Se tudo está bem disposto, como poderia haver males?
- Enéada III, 2, 17 — O mundo é múltiplo e contem contrários, bons e maus.
- Enéada III, 2, 18 — As almas não são todas iguais
- Enéada III, 2, 2 — O universo é uma imagem inferior do Intelecto
- Enéada III, 2, 3 — O universo é belo e autárcico
- Enéada III, 2, 4 — A vida daqui é movimento e desordem
- Enéada III, 2, 5 — Nada escapa à lei, às provações e às retribuições do universo.
- Enéada III, 2, 6 — Posto que existe injustiças, o universo depende do Intelecto
- Enéada III, 2, 7 — Não se deve culpar nem o universo nem a providência pelo mal
- Enéada III, 2, 8 — O universo é bem constituído