Enéada III, 2, 12 — A razão tem partes diferentes e o que produz é belo

12- Si, pues, la razón misma se ha adaptado a la materia al producir estos seres —pensemos que la materia se compone de partes no semejantes, de acuerdo con el ser que le precede—, su obra, siendo como ella es, no podría resultar más bella. Porque la razón no se compone de partes, todas ellas semejantes e iguales, lo cual no ha de reprochársele, sino que es ella misma todos y cada uno de los seres, en este caso tomados aparte y por separado. Si hubiese traído al mundo otros seres que no proviniesen de ella, como por ejemplo almas, y hubiese forzado además a muchas de éstas a adaptarse a la creación, en contra de su naturaleza, ¿cómo podría haber actuado bien? Pero digamos que las almas son como partes de la razón, que no las violenta para que se adapten a la creación, sino que las dispone de manera digna y en el lugar que conviene a cada una.