Traduções em Tratado-26
Capítulo 5: Impassibilidade e purificação
1-2: Posição da questão: se a alma é intrinsecamente impassível, porque a filosofia propõe uma purificação?
2-9: São as “imagens mentais” que é preciso erradicar para garantir a saúde da alma
10-11: Comparação com as imagens oníricas
12-15: Como falar de “sujeira” e de “separação da alma do corpo”?
15-20: Trata-se de purificar a alma das opiniões e da voltá-la para o alto
20-23: Para pensar a separação, comparação com uma luz no nevoeiro
23-29: A separação consiste ainda em purificar o modo de vida da alma; aparição da noção de “veículo da alma”
5. ¿Por qué, pues, ha de buscar la filosofía el hacer un alma impasible, si ésta, ya desde un principio, no experimenta pasiones? La representación introducida en el alma, en la parte que llamamos pasiva, produce como consecuencia un estado pasivo, o una turbación, a la cual se une la imagen de un mal que se espera: esto es lo que se llama pasión, que viene a ser lo que la razón desea suprimir por completo, sin permitir que se introduzca en el alma. El alma no se encuentra bien mientras esta turbación permanezca en ella; y sólo recobrará el estado de impasibilidad en el momento en que desaparezca esa visión, que es la causa de la pasión. Ocurre aquí como si, queriendo suprimir las imágenes del sueño, se hiciese despertar a un alma en trance precisamente de soñar. Sí se dijese que los objetos exteriores producen las pasiones, tendríamos que considerar también como visiones los estados pasivos del alma.
¿Qué significa entonces la purificación1, si el alma no ha sido manchada en modo alguno? ¿O qué se quiere decir con la expresión: separar el alma del cuerpo? La purificación consiste en dejar sola al alma y en no permitir que se una a otras cosas, o que las mire, o que tenga opiniones extrañas, ya se trate de una opinión cualquiera o de esas opiniones llamadas pasiones; esto es, que no contemple esas imágenes para obtener de ellas las pasiones. ¿Cómo no llamarla purificación si esta separación va de una cosa a su contraria, mejor dicho, de abajo hacía arriba? La separación misma es un estado del alma no radicada en el cuerpo, pero como si estuviese en él, cual ocurre por ejemplo con la luz, libre de las tinieblas; aunque habrá que añadir que esta luz seguiría impasible entre la bruma.
La purificación significa, para la parte pasiva del alma, el despertar de sus sueños extraños y el no ver ya las visiones que producen; la separación, a su vez, es un dejar de inclinar demasiado hacia las cosas de abajo, actuando imaginativamente sobre ellas. Separar esa parte del cuerpo es tanto como suprimir los objetos de los que se la separa, sobre todo cuando libre ya de la impura exhalación de la glotonería y de la abundancia de comida, el cuerpo, no del todo descarnado, pero sí lo bastante débil, demuestra suficiente docilidad para dejarse gobernar.