Traduções em Tratado-26
Capítulo 9: Sequência da discussão com o tratado “Da geração e da corrupção” de Aristóteles
1-2: Anúncio da questão: “ser presente a” e “ser em” são expressões polissêmicas
3-6: Distinção da transformação com ou sem paixão
7-13: Exemplos da impassibilidade da cera, da luz, de uma pedra e de uma superfície colorida
14: Objeção: o substrato corporal é afetado?
15-24: A matéria é impassível; comparação com os espelhos
25-35: A alteração acompanhada de paixão supõe uma relação de contrariedade no interior de um gênero
35-41: A matéria é isolada, posta à parte, impassível; comparação das qualidades antagonistas e lutadores em uma casa
41-44: Resumo: a matéria é mais impassível que as qualidades heterogêneas não o são
9. Hemos de decir que el que una cosa esté en otra y el que una cosa pertenezca a otra no se toman en el mismo sentido. En un sentido, eso significa que una cosa se hace mejor o peor con la presencia de otra, por la transformación que sufre, y tal es lo que se ve en los cuerpos, al menos en los seres vivos. En otro sentido, se hace un objeto mejor o peor sin que él sufra, como ya se decía, por ejemplo, del alma. Pero también se da el caso de la figura impresa en la cera: no hay aquí ninguna pasión que haga a la cera diferente cuando la figura se encuentra en ella, ni tampoco cuando ella se va, falta nada a la cera. Y lo mismo acontece con la luz, que no hace diferente la forma del objeto que ilumina. Cuando una piedra se enfría, ¿qué es lo que toma del frío si ella misma sigue siendo piedra? ¿Qué podrían sufrir con el color una línea o una superficie? Tal vez el efecto del color se ejerza sobre el cuerpo, que es el sujeto, pero ¿qué pasión podría originar? No convendrá decir que sufre por la sola presencia del color o por la recepción de una forma.
Sí acudiésemos al ejemplo de los espejos y, en general, al de los medios transparentes, comprobaríamos que nada sufren con las imágenes que en ellos se ven, lo cual les hace bastante semejantes a la materia1, También son imágenes lo que se da en la materia, pero ésta es todavía más impasible que los espejos, Y así, hay en ella todos los grados de calor y de frío, que, sin embargo, no consiguen calentarla; porque el calentamiento y el enfriamiento provienen de que una cualidad hace pasar al sujeto de un estado a otro. Debiéramos examinar, en cuanto al frío, si se trata de una ausencia y de una privación de calor. La mayor parte de las veces las cualidades que se dan en la materia no actúan las unas sobre las otras, sino preferentemente cuando son opuestas. Porque, ¿qué acción podría ejercer el buen olor sobre algo dulce, o el color sobre una forma, o un género de cualidades sobre otro? Esto nos confirma en la creencia de que, en el mismo sujeto, una cosa puede pertenecer a otra o estar en otra sin que la presencia de la primera afecte a la segunda a la que pertenece o en la que está. Pues así como una cosa no sufre daño alguno por la presencia de cualquier otra, así también no es modificada o hecha sufrir por un objeto cualquiera; son los contrarios los que sufren la afección de sus contrarios, pero ninguna otra cosa les modifica. Las cosas que no tienen contrario no pueden sufrir el efecto de éste. Si, pues, algo sufre, ha de ser necesariamente algo que no es materia; por ejemplo, algo que concierne a dos seres o, en general, una multiplicidad de cosas que se dan a la vez. Un ser solo, aislado de todos los demás y enteramente simple, es impasible, aun en el caso de encontrarse en medio de otros seres que actúan los unos sobre los otros. En una misma casa hay seres que pueden golpearse entre sí, pero la casa y el aire encerrado en ella permanecen, no obstante, impasibles. Admitamos que se dé acción recíproca, de acuerdo con su naturaleza, entre las cosas que se encuentran en la materia; pero la materia es aún mucho más impasible que las cualidades existentes en ella, las cuales, si no son contrarias, resultan impasibles entre sí.