Enéada III, 9, 2 — A alma humana deve se identificar a seu intelecto

2. Lo mismo que una ciencia única y total se divide en teoremas particulares sin que por ello se disperse ni sé fragmente en pequeñas partes -pues es sabido que cada teorema contiene en potencia la totalidad de la ciencia, en la que el principio y el fin son una misma cosa-, así también cada uno ele nosotros debe prepararse para que en él el comienzo sea el fin y, asimismo, todo el ser y lo que éste contiene penetren en la facultad superior de su naturaleza; en esas condiciones, su verdadero lugar es el mundo inteligible, porque cuando se posee esa facultad superior se está en contacto con aquel mundo.