Enéada IV, 4, 41 — As orações. Simpatia.

41. Pueden explicarse los efectos de la súplica por la simpatía de unas partes con otras, al igual que en una cuerda tendida la vibración que viene de abajo se propaga en seguida hasta lo alto. E incluso, con mucha frecuencia, cuando una cuerda (de la lira) vibra, otra siente esta misma vibración por su ajuste a un acuerdo y a una armonía única. Aun llevando las vibraciones de una lira a otra, puede observarse esta simpatía.

También en el universo se da una armonía, aunque en ella intervengan los contrarios. Porque esa armonía está hecha de partes semejantes y afines, pero igualmente de partes contrarias. Todo lo que sirve de ultraje para los hombres, como por ejemplo la cólera atraída hacia el hígado con la bilis, no se ha hecho con este fin. Igual ocurre si alguien, al tomar fuego de una hoguera, daña a otro ser sin proponérselo; es claro que el causante es quien ha tomado el fuego y a él, que ha llevado el fuego de un lugar a otro, ha de atribuirse esa acción. Pero esto sucede así porque el ser al que se ha transferido el fuego no es capaz de recibirlo.