Enéada V, 1, 11: A alma individual tem nela mesma o Intelecto e o Uno

Capítulo 11: A alma individual tem nela mesma o Intelecto e o Uno
1-8. A alma tem nela mesma o Intelecto que possui as formas, e em virtude do intelecto que ela pode “raciocinar”. se o Intelecto está presente na alma, é preciso que ele aí tenha também o princípio e a causa do Intelecto, o Uno.
8-15. O Uno também está presente na alma: pode-se perceber e alcançar o primeiro princípio.


Traducción del griego por José Antonio Migues

11. El alma razonable debe ocuparse de las cosas justas y hermosas, y preguntarse a su vez si tal o cual cosa es justa y hermosa. Para ello habrá de tener una idea firme de la justicia, que sirva de base a su razonamiento, porque de otro modo, ¿cómo podría razonar? Y , si es verdad que el alma unas veces razona y otras no, no conviene que sea la parte razonable la que se ocupe de esto sino precisamente la inteligencia, que es la que conserva en nosotros la idea misma de la justicia. Pues se da en nosotros, en efecto, el principio y la causa (de la inteligencia), esto es Dios, pero un dios que no se divide, sino que subsiste inmóvil, y que aunque no permanezca en un determinado lugar, se aparece en los seres múltiples en la medida en que éstos pueden recibirlo y él diversificarse, sin dejar de ser el mismo. Tal es lo que ocurre con el centro del círculo, cada uno de cuyos puntos lo contiene como imagen suya, en tanto los rayos refieren también a él sus propiedades. Por ese principio que se da en nosotros mismos tocamos verdaderamente a Dios, convivimos con El y estamos suspendidos de El. Es decir estamos situados en El desde el momento que nos inclinamos decididamente hacia El.