Enéada V, 7, 2 — Dificuldades relativas ao nascimento das crianças

2. Con todo, si las combinaciones de las razones del macho y de la hembra producen razones diferentes, no de a existir una razón para cada uno de los seres que nace. Y, por otra parte, cada uno de los generadores, como por ejemplo el macho, no produce según razones diferentes sino de acuerdo con una sola razón que es la suya propia o la de su padre. Nada impide, en verdad, que se sirva de razones diferentes, puesto que las contiene todas, pero algunas entre éstas están siempre más dispuestas a actuar. ¿Cómo, embargo, se producen seres diferentes de unos mismos padres? Sin duda, por la desigual preponderancia de las razones. Pero esto no es verdad si, contra lo que parece, se atribuye al macho o a la hembra el mayor número razones. Porque cada uno de ellos dio una parte igual (de la forma). Y mejor, la dio toda, y de tal modo se la encuentra dominando las partes de la materia producidas en cada uno de los generadores. Pero, ¿cómo explicar las diferencias tratándose de una región diferente? ¿Se producirán, acaso, por el desigual dominio de la materia (por la forma)? Pero, entonces, todos los seres, salvo uno, se darían contra naturaleza, cuando sólo la fealdad ha de atribuirse al hecho de que la materia domine las razones perfectas y ocultas, pero dadas enteramente (por los padres). Aceptemos que existan razones diferentes. Pero, ¿por qué ha de haber tantas cuantos sean los individuos engendrados en un solo período, si seres que poseen las mismas razones pueden diferenciarse realmente por su apariencia externa? Estaremos de acuerdo en ello si (como se dice) cada individuo posee todas las razones. Ahora bien, lo que se pregunta es si esos individuos pueden ser diferentes dominando en ellos las mismas razones. Porque, ¿no es verdad que seres totalmente idénticos pueden existir en períodos diferentes, pero no en el mismo período?