SÓCRATES.—Figúrate, mi querido joven, que el primer discurso era de Fedro, hijo de Pitocles, del barrio de Mininos, y que el que voy a pronunciar es de Estesícoro de Himera, hijo de Eufemo. He aquí cómo es preciso hablar. No, no hay nada de verdadero en el primer discurso; no, no hay que desdeñar a un amante apasionado y abandonarse al hombre sin amor, por la sola razón de estar el uno delirante y el otro en su sano juicio. Esto sería muy bueno si fuese evidente que el delirio es un mal; pero es todo lo contrario; al delirio inspirado por los dioses es al que somos deudores de los más grandes bienes.
[Edición Electrónica de www.philosophia.cl / Escuela de Filosofía Universidad ARCIS]Fedro:243e-244a – Segundo discurso de Sócrates
- Fedro:237a-238c – Primeiro discurso de Sócrates
- Fedro:238c-238d – O discurso interrompe: a inspiração das ninfas
- Fedro:238d-241d – Sócrates retoma seu discurso
- Fedro:241d-242b – Não se pode continuar neste sentido
- Fedro:242b-243a – O demônio de Sócrates
- Fedro:243a-243e – A palinodia
- Fedro:243e-244a – Segundo discurso de Sócrates
- Fedro:244a-245c – O delírio divino: suas formas
- Fedro:245c-246a – A alma, sua imortalidade
- Fedro:246a-246d – O mito da atrelagem alada