En efecto, el hombre debe comprender lo general; es decir, elevarse de la multiplicidad de las sensaciones a la unidad racional. Esta facultad no es otra cosa que el recuerdo de lo que nuestra alma ha visto, cuando seguía al alma divina en sus evoluciones; cuando, echando una mirada desdeñosa sobre lo que nosotros llamamos seres, se elevaba a la contemplación del verdadero Ser. Por esta razón es justo que el pensamiento del filósofo tenga sólo alas, pensamiento que se liga siempre, cuando es posible, por el recuerdo, a las esencias a que Dios mismo debe su divinidad. El hombre que sabe servirse de estas reminiscencias está iniciado constantemente en los misterios de la infinita perfección, y sólo se hace él mismo verdaderamente perfecto. Desprendido de los cuidados que agitan a los hombres y curándose sólo de las cosas divinas, el vulgo pretende sanarle de su locura y no ve que es un hombre inspirado.
[Edición Electrónica de www.philosophia.cl / Escuela de Filosofía Universidad ARCIS]Fedro:249b-249d – Rememoração das Ideias
- Fedro:253c-254e – Retorno ao mito da atrelagem alada
- Fedro:255a-256a – Psicofísica do Amor
- Fedro:256a-256e – Hierarquia de recompensas para os verdadeiros amantes
- Fedro:256e-257a – Punição dos falsos amantes
- Fedro:257a-257b – Remetimento
- Fedro:257b-259b – A “logografia”: ser um escritor
- Fedro:259b-259d – O mito das cigarras
- Fedro:259e – Condições gerais de uma obra de arte, falada ou escrita
- Fedro:260a – Aplicação à Retórica
- Fedro:262c – Verificação no exemplo do discurso de Lysias