Igal: Tratado 53 (I, 1) – SOBRE QUÉ ES EL ANIMAL Y QUÉ EL HOMBRE

SINOPSIS

I. Problema (cap. 1). —¿Cuál es el sujeto de las emociones y de las acciones y opiniones resultantes de aquéllas? ¿Cuál, el de los razonamientos, opiniones e intelecciones? ¿Cuál, el del presente examen crítico? Y, ante todo, ¿cuál es el sujeto de la sensibilidad?

II. El sujeto de la vida sensitivo-afectiva (2, 1-7, 6).

1. El sujeto de las sensaciones y de las emociones no es ni el alma a solas, considerada en su esencia (cap. 2),

2. ni el alma en el cuerpo, usuaria del cuerpo y mezclada con él de uno u otro modo (caps. 3-4),

3. ni el compuesto de alma y cuerpo en el sentido aristotélico (cap. 5),

4. sino el animal en el sentido de compuesto de un cuerpo específico y de un destello emitido por el alma (6, 1-7, 6).

III. Síntesis antropológica (7, 6-8, 23).

1. El compuesto animal está presidido y controlado por el hombre en cuanto sujeto de las percepciones y de los razonamientos, opiniones e intelecciones derivados de aquéllas (7, 6-18).

2. El animal total consta de la bestia inferior y del hombre verdadero, especificado por su racionalidad (7, 18-24).

3. El intelecto del alma está presidido por dos niveles superiores correspondientes a las dos primeras Hipóstasis (8, 1-10).

4. El hombre propiamente dicho es el alma, que consta de una esencia indivisa y de la que se divide, o mejor, aparenta dividirse en los cueirpos proyectando en ellos, cual en espejos, tina serie de imágenes suyas (8, 10-23).

IV. El sujeto de la vida moral (caps. 9-12).

1. El error y el pecado son propios del compuesto animal, mientras que el hombre mismo ni yerra ni peca, [183] dado que lo propio del primero es lo corporal, mientras que lo propio del segundo es la vida intelectiva (cap. 9).

2. Lo propio del hombre verdadero son las virtudes intelectivas, mientras que lo propio del compuesto animal son las virtudes prácticas (cap. 10).

3. En los niños y en las bestias el campo de la consciencia es muy reducido (cap. 11).

4. El alma real es impecable: el pecado, el castigo y la bajada al cuerpo y al Hades son propios de «la otra especie de alma» (cap. 12).

V. El sujeto de la vida intelectiva (cap. 13). —El sujeto del presente examen crítico es el hombre en cuanto alma. La vida intelectiva transciende la del compuesto animal y es propia del hombre.