«Conocerás la naturaleza etérea, y, también en el éter, todas
las señales y los efectos destructivos de la pura y clara
antorcha del sol y de dónde se han engendrado;
también te enterarás de las obras errantes de la luna de ojos redondos
y de su naturaleza, y conocerás también el cielo circundante:
de dónde ha nacido, y cómo la Necesidad, conductora, ha forzado
a mantener a los astros en sus límites.»