Afirma, por consiguiente, con posterioridad a Plotino, Jámblico de Calcis (240-325), aunque sin exceder cronológicamente el mismo siglo III, en un escrito de juventud, refiriéndose al aspecto psicológico de su enseñanza, para distinguirse de otros platónicos:
«El mismo Platón, Pitágoras, Aristóteles y todos los antiguos [arkhaioi] de los que se celebra el gran nombre por su sabiduría se vuelcan enteramente sobre estas ideas, si se rastrean sus doctrinas detenidamente. Nosotros trataremos de exponer un tratado sobre ellas de acuerdo con la verdad»1.
En efecto, la posición de Jámblico de Calcis frente al platonismo pitagorizante de Plotino y Porfirio implica continuidad, pero asimismo diferencias. [483] Las divergencias se hacen ya presentes en la primera etapa de la enseñanza de Jámblico al incluir en la “filosofía tradicional” un elemento admitido por Platón, la sabiduría de los egipcios, pero haber identificado a esta con su tradición sacerdotal expresada por la doctrina de los escritos herméticos y la asimilación de las prácticas litúrgicas de la teúrgia caldaica2.
Este pensamiento temprano se proyecta en su concepción de las hipóstasis, pues, habiendo hecho hincapié en el concepto de “intermediario [metaxu]”, transforma la concepción rígida de Plotino de sólo tres y nada más que tres hipóstasis3 en su doctrina sobre el Alma y su relación con el Intelecto, que confirma a la última como sustancia propia, un mixto sin comienzo ni fin de indivisible y divisible, corpóreo e incorpóreo, que la distingue y separa clara y distintamente tanto del Intelecto como del cuerpo cósmico y antepone, por lo tanto, la experiencia teúrgica y sus prácticas a la mística contemplativa y trascendentalista de Plotino.
En los dos casos señalados es lícito pensar que la influencia del gnosticismo sobre Jámblico es digna de poner de relieve, así como que utiliza sus conceptos; pero, valga la paradoja, para contrarrestarlo y corregir o precisar con este procedimiento algunas nociones de neoplatónicos anteriores (Plotino y Porfirio) que inconscientemente los aproximaría a la visión gnóstica de la realidad. Examinemos tres aspectos fundamentales del pensamiento de Jámblico al respecto:
1. Las hipóstasis superiores.
2. El alma como término medio (meson).
3. La teúrgia.
Cf. De anima 1, 39 (I. Stobaei Anthologium, Wachsmutt, C. (ed.), Berlín, 1884, 366, 5-11; Finamore, J. F. y Dillon, ]., pp. 30-31). ↩
«Esta vía también Hermes la ha indicado», cf. De mysteriis VIH, 5, y asimismo I,1 y 2. Ver Fowden, G., The Egyptian Hermes. A Historical Approach to the Late Pagan Mind, Cambridge, 1987, pp. 126-141. ↩
Cf. En. II, 9 (33), 2, in initio, que recapitula a II, 9, 1. Ver los problemas en otro sentido estudiados por Aubin, P., Plotin et le christianisme. Triade plotinienne et Trinité chrétienne, París, 1992. ↩