Categoria: Enéada-IV-4
-
Enéada IV, 4, 8 — Os astros (2)
—
in Enéada-IV-48. No hay necesidad, sin embargo, de conservar en la memoria todo lo que se ve, ni de confiar a la imaginación todas las circunstancias que rodean la visión. Si un objeto es más claro para la inteligencia que para los sentidos, no hay por qué, para el caso de que ese objeto se realice…
-
Enéada IV, 4, 20 — O desejo (1)
—
in Enéada-IV-420. Hay que instituir, pues, como principio de los deseos del cuerpo, esa parte común a que nos referíamos y la naturaleza misma del cuerpo que concuerda con ella. Porque no puede señalarse como principio de los deseos y de las inclinaciones a ningún cuerpo o alma, tomados por separado. No es el alma la…
-
Enéada IV, 4, 19 — O prazer e a dor
—
in Enéada-IV-419. Lo que llamamos placer y dolor puede ser definido del modo siguiente: el dolor como un conocimiento del retroceso del cuerpo, privado ya de la imagen del alma; el placer como un conocimiento del ser animado de la imagen del alma instalada nuevamente en su cuerpo. He aquí, por ejemplo, que el cuerpo experimenta…
-
Enéada IV, 4, 18 — A união da alma e do corpo comparada ao ar aquecido (alma vegetativa) ou iluminado (alma descida)
—
in Enéada-IV-418. Hemos de averiguar ahora si el cuerpo que vive gracias a la presencia del alma tiene realmente algo de particular, o lo que tiene es solamente la naturaleza, única cosa que mantendría relación con él. Digamos, por lo pronto, que si hay en un cuerpo un alma y una naturaleza, el cuerpo mismo no…
-
Enéada IV, 4, 17 — A questão da sucessão das razões na alma: mais a alma é submetida a um princípio único, melhor ela é
—
in Enéada-IV-417. Pero, ¿cómo no se dan en nosotros los pensamientos y las ideas del mismo modo que se dan en el alma universal? ¿Por qué en nosotros esa sucesión en el tiempo y esa serie de investigaciones? ¿Serán debidas a la multiplicidad de principios y de movimientos y al hecho de que no domina un…
-
Enéada IV, 4, 16 — A questão da sucessão: ela existe nos produtos da alma, mas não nela
—
in Enéada-IV-416. Pero si hay en el alma universal una cosa y luego otra, si esta alma produce una cosa antes y otra después, y si, además, actúa en el tiempo, es claro que mira hacia el futuro. Ahora bien, si mira hacia el futuro, también se inclina hacia el pasado. En las acciones del alma…
-
Enéada IV, 4, 15 — A questão da temporalidade: as almas não estão no tempo
—
in Enéada-IV-415. Mas he aquí una dificultad contra lo que ahora decimos: si la eternidad se da en la inteligencia y el tiempo en el alma — pues afirmamos que el tiempo sólo tiene existencia en relación con la actividad del alma y que, además, salió de ella — , ¿cómo la actividad del alma no…
-
Enéada IV, 4, 14 — Zeus enquanto alma do mundo (5)
—
in Enéada-IV-414. En cuanto a los cuerpos que decimos engendrados por la naturaleza, los elementos son la misma naturaleza. Pero, en cuanto a los animales y a las plantas, ¿podríamos afirmar que poseen la naturaleza como si estuviese depositada en ellos? Comparemos a la naturaleza con una luz de la que el aire nada conserva cuando…
-
Enéada IV, 4, 13 — Zeus enquanto alma do mundo (4)
—
in Enéada-IV-413. Pero, ¿en qué se diferencia la sabiduría así descrita de lo que llamamos la naturaleza? La sabiduría es, ciertamente, lo primero, y la naturaleza lo último. La naturaleza es una imagen de la sabiduría y, como última parte del alma, no contiene más que los últimos reflejos que se dan en la razón. Ocurre…
-
Enéada IV, 4, 12 — Zeus enquanto alma do mundo (3)
—
in Enéada-IV-412. Podrá decirse tal vez que ésta es la manera de actuar de la naturaleza, pero que, si hablamos de la sabiduría universal, hemos de atribuirle necesariamente los razonamientos y los recuerdos. He aquí, sin embargo, una manera de razonar propia de hombres que toman la sabiduría por lo que no es, y que consideran…
-
Enéada IV, 4, 11 — Zeus enquanto alma do mundo (2)
—
in Enéada-IV-411. En cuanto a la dirección de un ser animado, puede procederse ya desde fuera y a través de sus partes, ya también desde su mismo principio interior. El médico, por ejemplo, comienza desde fuera y sigue parte por parte, tanteando y deliberando con mucha frecuencia; pero la naturaleza, que comienza por el principio, no…
-
Enéada IV, 4, 10 — Zeus enquanto alma do mundo (1)
—
in Enéada-IV-410. Mas como el principio que ordena el mundo es doble, y le llamamos demiurgo en un sentido y en otro alma del universo, parecerá que el nombre de Zeus se refiere unas veces al demiurgo y otras al alma que conduce el mundo. Sea lo que sea, hemos de despojar por completo al demiurgo…
-
Enéada IV, 4, 9 — Zeus como demiurgo
—
in Enéada-IV-49. Pero Zeus, que ordena el mundo, lo gobierna y lo dirige, Zeus, que posee eternamente un alma real y una inteligencia real, además de un poder de previsión que le permite conocer los acontecimientos, organizarlos y dominarlos, así como hacer girar los astros, cosa que ha hecho ya tantas veces, ¿cómo no va a…
-
Enéada IV, 4, 45 — Conclusões gerais
—
in Enéada-IV-445. De todo lo que hemos dicho una cosa resulta clara, a saber, que cada una de las partes del universo, según su naturaleza y su disposición, colabora con el todo y sufre y actúa, no de otro modo que en un animal cada una de sus partes, de acuerdo con su naturaleza y su…
-
Enéada IV, 4, 7 — Os astros (1)
—
in Enéada-IV-47. ¿Pues qué? ¿No se acuerdan de que han visto a Dios? No, en efecto, porque lo ven siempre, y, en tanto lo ven, no pueden decir en modo alguno que ya lo han visto. Eso estaría justificado si realmente dejasen de verlo. Entonces, ¿qué decir? ¿No se acuerdan de que han dado la vuelta…
-
Enéada IV, 4, 6 — A memória não pertence senão às almas que mudam de lugar e se transformam
—
in Enéada-IV-46. Podría decirse entonces que sólo cuentan con recuerdos las almas que sufren cambios o modificaciones. Porque es claro que la memoria versa únicamente sobre hechos pasados, pues, ¿de qué habrían de recordarse, las almas que permanecen en un mismo estado? Esta es la cuestión a dilucidar en lo que respecte al alma de los…
-
Enéada IV, 4, 5 — A memória em sua relação à união da alma e do corpo (5)
—
in Enéada-IV-45. ¿Entonces, nos preguntaremos, es esa potencia la que hace pasar los inteligibles al acto? Digamos que si realmente no llegamos a contemplarlos, los conocemos por la memoria, y si los contemplamos en sí mismos, lo hacemos a la manera del mundo inteligible. La facultad de que ahora nos servimos se despierta al mismo tiempo…
-
Enéada IV, 4, 4 — A memória em sua relação à união da alma e do corpo (4)
—
in Enéada-IV-44. Cuando el alma vive en el mundo inteligible ve el Bien por intermedio de la Inteligencia, pues el Bien no se oculta a tal punto que no llegue a difundirse hasta donde ella está. Ningún cuerpo hay entre el Bien y el alma que haga obstáculo a esta difusión; y, aunque lo hubiese, el…
-
Enéada IV, 4, 3 — A memória em sua relação à união da alma e do corpo (3)
—
in Enéada-IV-43. Cuando sale del mundo inteligible, el alma ya no puede mantener su unidad. Se aficiona demasiado a sí misma y quiere ser ya algo distinto, como si inclinase su cabeza hacia afuera. He aquí, según parece, que el alma adquiere el recuerdo de sí misma; pero tiene también el recuerdo de los inteligibles, que…
-
Enéada IV, 4, 2 — A memória em sua relação à união da alma e do corpo (2)
—
in Enéada-IV-42. Demos esto por bueno. Más, ¿cómo se recuerda de sí mismo? No tiene, desde luego, el recuerdo de sí mismo, ni sabe que es él, Sócrates, por ejemplo, quien contempla; no sabe tampoco si es una inteligencia o un alma. Pero habrá que dirigir la mente a este tipo de contemplación, que incluso se…