De Amore

Excertos do estudo preliminar de Rocío de la Villa Ardura a sua tradução do Comentário ao Banquete de Platão, de Ficino

En las obras de algunos miembros de la Academia encontramos las primeras adaptaciones del De amore. Dependiente de la tradición anterior del comentario al poema, y como ya había hecho Ficino en el último discurso con el «Donna mi prega» de Guido Cavalcanti, Lorenzo en el Commento ad alcuni sonetti, pese a su mayor sensualismo, sigue al pie de la letra las principales ideas de Ficino en la interpretación de sus versos. Lorenzo también tomaría prestadas frases literales de Ficino en otras obras, como L ‘altercazione o las Selve d”amore.

Otra versión será la de Girolamo Bienivieni y el comentario del poema realizado por Giovanni Pico della Mirandola. Mientras que el poema del Bienivieni se ve acentuado por la influencia religiosa de Savonarola, pero también por las metáforas lumínicas que le ponen en conexión con el poema-visión de Buonincontri, el comentario de Pico es la primera señal de disensión entre éste y Ficino. Pico pone en solfa muchos de los conceptos ficinianos sobre el amor, pero la crítica más general es el confusionis­mo en la noción misma de amor. El De amore, es cierto, trata indiferentemente de varias acepciones: el amor, la amistad, la caritas cristiana. Ficino acuña el término de «amor platónico» como verdadero fundamento de la amistad, como un amor intelectual entre amigos, como instaurador del sentido de comunidad en la Academia de Careggi. En sus epístolas amatorias recurre a menudo a imágenes recogidas de los poetas toscanos y el stil novo. Esta síntesis y esta indiferenciación es lo que engendra la riqueza de influencias.

En la esfera filosófica del Quattrocento el amor ya había merecido atención. En Salutati o en Alberti se trata el valor del amor como base de la familia, o en su función cívica. A partir de Ficino el enfoque filosófico del amor queda convertido al platonismo. Así, en Francesco Cattani da Diacetto, su mejor discípulo, que con el De amore y el De Pulchro retiene las notas más originales de Marsilio Ficino. A continuación, encontramos toda una larga lista de pensadores, desde el aristotélico Nifo, a G. Bruno, Spenser, Shaftesbury. Y, con un talante más poético, Miguel Angel, Tasso, Donne…

Por otra parte, el tratado sobre el amor, como género literario, comienza con Ficino y termina en el siglo XVII. El único tratado que puede considerarse también original es I dialoghi d’amore de León Hebreo. Toda la producción posterior es deudora de uno o de los dos. Tras I asolani de Bembo e Il Cortigiano de Baltasar de Castiglione, verdadero manual de educación del joven cortesano en el XVI, los diálogos y tratados sobre el amor se multiplican por toda Europa, manteniendo de alguna manera las características de los originales: el amor considerado es más bien un fenómeno antisexual, va unido siempre a reflexiones sobre la belleza y su apreciación a través de la vista y el oído, y son frecuentes las explicaciones médicas y astrológicas. Con el tiempo, la moda del amor desembocará en los «dubbi» sobre celos y caprichosas distinciones, y por último decaerá bajo la influencia de la Contrarreforma en el más aburrido didactismo, con tratados del tipo Del perfetto matrimonio o Della perfetta vedovenza.

Pero la influencia del De amore no sólo va a marcar la sensibilidad cultural del Cinquecento. La poética originalidad de Ficino iluminará la base iconográfica de las obras de los principales artistas italianos de la época, como Botticelli, Miguel Angel, Rafael o Tiziano, conexiones ya estudiadas por miembros destacados del Instituto Warburg, Panofsky, Gombrich, Wind, o estudiosos cercanos a él, como André Chastel.