«Y vi también a Tántalo»: Pues, en efecto, se hospedaba allí también Pródico de Ceos. Se hallaba en una habitación que Hipónico había antes usado como almacén, pero que ahora Calias, a causa de la cantidad de huéspedes, había desocupado y convertido en alojamiento para los extranjeros. Pródico estaba aún acostado, envuelto en pieles y mantas, y por cierto que eran muchas, según parecía. Estaban sentados junto a él en los lechos próximos Pausanias el de Ceramis y con éste un joven adolescente aún, con las mejores cualidades naturales, creo, y, ciertamente, de aspecto hermosísimo; me pareció oír que su nombre era Agatón y no me extrañaría que fuera el amor de Pausanias. Además de este adolescente, estaban los dos Adimantos: el hijo de Ceps y el de Leucolófides, y algunos otros. Desde fuera no pude llegar a enterarme de qué discutían, aunque estaba deseoso de oír a Pródico, pues, a mi entender, es el hombre más sabio y divino; pero, a causa de la extrema gravedad de su voz, se producía un runrún en la habitación que hacía confuso lo que decía.
Prodicos
- Protagoras 326e-328d — Sofística como fator de progresso da moral
- Protagoras 328d-334c — Réplica de Sócrates
- Protagoras 329d-330e — A virtude é una?
- Protagoras 330e-332a — Distinção das virtudes
- Protagoras 332a-333d — A noção de contrariedade
- Protagoras 333d-334c — Sabedoria e Justiça
- Protagoras 334c-347b — Intermezzo
- Protagoras 336d-337c — Apartes
- Protagoras 337c-338b — Hípias
- Protagoras 338b-338e — Sócrates respondendo